Comida original en Semproniana

SempronianaIr a comer al Semproniana de Ada Parellada es como ir a comer a casa de tu tía, la tía cariñosa, que te habrá cocinado tus platos favoritos y les habrá puesto algo diferente para hacerlos especiales. Además, la decoración del restaurante lo hace muy personal y cercano, con paredes de colores, objetos reciclados y muebles antiguos, como si fuera un cuento.
SempronianaPara comer, tienes una opción buenísima de menú por 15,75€ los días entre semana que incluye dos platos, postre y agua o copa de vino. Nosotros nos decidimos por probar distintos platos de la carta, que se distribuyen en tallas S, M y L, dependiendo del hambre que tengas y las ganas de compartir. Allá van: Macarrón relleno de butifarra negra, el hit del Semproniana. Imagina todo el sabor de la buti negra combinado con pasta al dente y una bechamel tradicional. Ese, ese es el plato al que me refería que hacen con cariño. Para original, la Tierra de cuscús y verduras del huerto, que sirven en un tiesto muy simpático. Para título espectacular, el de las Gambas exóticas marinadas al momento, que para el verano quedaba muy bien. Exóticas y muy buenas, que conste. Terminamos con algo más clásico, un Bacalao con miel y romero, muy suave. Y para el dulce -que no falte- un “Pessic” de zanahoria y yogurt, para no olvidar que me estoy volviendo adicta a este postre. No sea caso… ;)

SempronianaLo sorprendente de Ada no termina con estas fórmulas, porque existe un menú Pícnic por 25€ para comer en el local, y que será la próxima cosa que pruebe cuando vuelva al Semproniana. ¡Incluye mini barbacoa sobre la mesa para hacerla a tu gusto! Y si eres sub-30 (un afortunado de menos de 30 años), escoge este menú y cena pagando por la edad que tengas.

Semproniana

¿Más cosas? Menús de grupo y una larguísima lista de talleres y actividades para hacernos ver que la comida es un placer desde que la preparas hasta que la disfrutas en la mesa. ¡Gracias Ada!

Semproniana, C/Rosselló 148, Barcelona, 934 531 820


Un nuevo must que se llama Bar But

InteriorDulce, bonito, acogedor, cómodo… Ya es la segunda vez que visito Bar But y casi, casi me he sentido como en casa. El otro día pasé una tarde en el But con un buen amigo, compartiendo una de esas conversaciones inspiradoras, frescas y esperanzadoras que recargan pilas. Y acabo de decidir que este local será el escogido para mí las próximas veces que me digan de hablar de trabajo, de la vida, de las tonterías del mundo o para reir (lo más importante). Y es que el Bar But se lo ha ganado. Situado en Gracia, si lo visitas te enamoras seguro

InteriorDecorado de la manera más deliciosa por el estudio de interiorismo de Neus Casanova, las paredes en tonos pastel, las luces pequeñas y delicadas y los detalles en madera hicieron un fall in love  cuando lo conocí. Desde una caña, un café, o una carta original de platos como el Tartar de Salmón con Aguacate y Mayonesa de Wasabi, un Hummus espectacular o el Steak Tartar. Esa tarde pude probar las Bravas Bar But y tenían un final crujiente que las hacía diferentes. Además, cada jueves es «La Bomba» con una cerveza Brutus y una bomba por 4,50€. Yo ya tengo el plan montado para un jueves de estos (o para más de uno).

Inetrior¡Ah! El PUNTAZO, así en mayúsuclas, es que son Tech-friendly. Tienen un enchufe debajo-de-cada-mesa y una clave de WIFI dando la bienvenida. Adictos al móvil, asiduos a trabajar con el portátil en los bares, este es un buen lugar. 

Mañanas de sábado perfectas para ir a trabajar o desayunos para disfrutar, tardes de cervezas con amigos, cenas de calidad. ¿Cuándo lo visitas tú?

Bar But, C/Bonavista nº 8, 933 60 71 28, Barcelona

Interior

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Las mejores crêpes, en Crêperie Bretonne Annaick

Crêperie Bretonne AnnaickYa llevo unos cuantos meses escribiendo sobre restaurantes y experiencias en el blog y todavía no he hablado de mi restaurante favorito. Es esa sensación de algo que quieres conservar muy mucho, como si fuera un secreto. Y no será que no lo comparta con los míos, ya que cada persona que he llevado a este restaurante es alguien especial. Familia, novios, exnovios, amigos, superamigos… Conocidos no, a los conocidos no me los llevo. Hoy os descubro Crêperie Bretonne Annaick, en la Vila Olímpica. Ojo que se puede convertir en uno de vuestros favoritos también. Allá va.

Crêperie Bretonne AnnaickSituado debajo del pez de Frank Gehry, justo detrás del hotel Arts se encuentra esta crepería tan peculiar. ¿Qué tiene de particular? Pues ni más ni menos que un autobús dentro. Sisi, un bus, con toda su estructura, sus ruedas y su volante pero, además, con una cocina vista dentro. Esta es la magia de Creperie Bretonne Annaick, un espacio pequeño pero bien pensando para que quepa este monstruo allí dentro. A mi me parece encantadora. Me lo pareció hace por lo menos doce años, que es cuando la descubrí, por casualidad, buscando creperías.

Crèperie Bretonne AnnaickPero no estamos hablando de una crepería convencional. En Annaick utilizan el trigo sarraceno como base de sus crêpes, lo que ellos llaman galettes, especialidad de la Bretaña francesa. Una masa fina y salada que juega con múltiples combinaciones originales de sabores. Os dejo la carta, para que veáis de qué os hablo. Yo soy una clásica de las de jamón y queso, pero cuando me quiero dejar sorprender, arriesgo un poco más, como con la Poulette (champiñones, pollo, emmental y crema de leche) o con la Pont Aven (huevo, jamón dulce, salsa de puerros, crema de leche y cebollino). Podéis completar el menú con alguna de sus enooormes ensaladas, tablas de embutidos o tortillas. Y para el postre, deleitaros con una de sus crêpes dulces – aquí ya no son las de sarraceno – o sus también enooormes copas de helado. Con hambre no te quedas.

Crêperie Bretonne AnnaickDada mi afición por Crêperie Bretonne Annaick de Barcelona, he visitado expresamente también la de Girona y si se da la ocasión, me encantaría probar también el resto de locales que tienen en Vigo, Valencia, Manresa, Lleida y – ojalá – Colliure, en Francia.

¡Ah! Como curiosidad, os contaré que los manteles de las mesas son cartoncillos blancos de papel, para que podamos dibujar lo que queramos con los plastidecor que nos dejan en la mesa, mientras esperamos que nos traigan la comida. Si la obra de arte que dejéis vale la pena, os la colgarán en la pared del restaurante. ¡La decoración del local vale mucho la pena!

¿Qué más os voy a contar yo de mi restaurante favorito? A partir de ahora, prefiero que lo visitéis y me expliquéis vosotros qué os ha parecido.

 

Creperie Bretonne Annaick, Ramón Trias Fargas 2-4, 932 211 599

Crêperie Bretonne Annaick

Crêperie Bretonne Annaick

Crêperie Bretonne Annaick

Crêperie Bretonne Annaick


Un fin de semana en el Palauet de Monells

Sala de estarSi te preguntan cómo te imaginas un fin de semana perfecto, ¿qué respondes? ¿Y si te digo que el mejor fin de semana se encuentra a tan sólo una hora y media de Barcelona? Si señores, no hace falta que nos dejemos la piel ni el bolsillo, porque lo tenemos a nuestro alcance. Os quiero presentar El Palauet de Monells, un precioso hotel situado en el Baix Empordà.

El sábado pasado me esperaba una gran sorpresa. El día 20 de este mes fue mi cumpleaños y mi novio me planeó esta escapada. Mantuvo el lugar en secreto hasta el final y lo hizo – si puede ser – todavía más encantador (Novios del mundo, tomad nota de esto porque podéis quedar como un rey con vuestras princesas).

Las 11 del mediodía y llegamos al encantadoooor pueblo medieval de Monells. La anécdota del día fue la de encontrarnos de pleno con la grabación de la segunda parte de la película “8 Apellidos Vascos”. No puedo dar detalles porque sino me cortan la lengua pero tiene muy buena pinta. La acción transcurre en varios pueblos de la costa catalana, con eso os lo digo todo. Y además, uno de los escenarios es El Palauet. Vamos, exitazo.

SajolidaEntre cámaras, actores y walkie talkies nos dejaron entrar al centro del pueblo, donde se encuentra El Palauet. Al llegar al hotel, nos recibió la capitana del barco, Pilar. Ella es, sencillamente, la esencia del Palauet. Con una sonrisa de oreja a oreja nos llevó a nuestra habitación, Espígol. ¡Preciosa! El resto de habitaciones tienen nombre tan bonitos como Salvia, Sajolida, Romaní, Farigola y Menta. Un total de 6 habitaciones forman este hotel, que antes fue una casa señorial y ahora acoge a los huéspedes más afortunados.

Después de dejar las maletas, Pilar y su madre, también Pilar, y también un amor, nos enseñaron la casa entera. Admito que el hotel es precioso y tiene un encanto que lo hace especial, pero si hay algo que pone la guinda a ese pastel es la zona de spa con piscina y jacuzzi. Acceso libre con el precio de la habitación. ¡Quería ir ya! Pero el día era largo y aprovechamos para ir a comer una paella a Tamariu, a tan sólo 20 minutos y visitar por la tarde el castillo que Dalí regaló a Gala, en Púbol.

DesayunoEntonces si, las 7 de la tarde y unas ganas locas de probar la piscina y el spa. Disfrazados con albornoz y zapatillas, bajamos a la planta baja y nos relajamos durante una hora entre burbujas. Lu-ja-zo. Después del spa, nos arreglamos un poco para ir a cenar. Otro lujo, porque justo delante de El Palauet encontramos el restaurante El Roura Blanch, de comida casera típica catalana, con un trato muy amable y comida exquisita. ¿He dicho ya que en Monells son todos encantadores?

Y el domingo no pudo empezar de mejor manera. Me esperaba otra sorpresa por mi cumpleaños: un masaje relajante de 1 hora en el spa del hotel. ¡Oh, sí! Quien me conoce bien saben que me encantan los masajes. ¿Podía mejorar el fin de semana? Pues si, porque antes de entrar nos esperaba un ESPECTACULAR desayuno en la terraza del hotel preparado con todo el cariño por Pilar y su madre. Con la foto creo que sobran las palabras…

Y entonces llegó el masaje. La simpatiquísima Conxita me recibía con sus manos de ángel que me hicieron disfrutar de la horaSpa y Jacuzzi más placentera del domingo. ¡Qué manos! Si Monells no fuera tan bonito, seguro que la convencía para que se viniera a Barcelona conmigo para que me hiciera una masaje cada semana, ¡os lo juro! Pero las horas en el Palauet terminaban, no sin antes disfrutar de su terraza, tomando el sol en sus sofás y volviendo poco a poco a la realidad. Nos despedimos de Pilar y de su madre y les prometimos que volveríamos. Pero una promesa de las que se cumplen, ¿eh? ¡Cómo no vamos a volver!

Me haría mucha ilusión que conocierais El Palauet, de verdad. Y no hace falta que tengáis un motivo que celebrar. ¡El mejor fin de semana os está esperando!

El Palauet de Monells, Plaça Jaume I, 1, Monells (Girona), 972 630 012

Para info y reservas: info@elpalauetdemonells.com