Y de repente… Yurbban Trafalgar

¿Sabéis esos días, tardes o noches improvisadas que se convierten en un recuerdo de los buenos? Pues una de esas tardes fue la que me llevo de recuerdo después de descubrir, de forma improvisada, el nuevo hotel Yurbban Trafalgar Barcelona.

Hacía unas semanas que había escuchado su nombre. ¿Urban? Ah no, Yurbban, un hotel que parece de lo más chulo, por lo que veo en las fotos de los instagramers que han subido las primeras fotos del hotel recién estrenado, hace unos 5 meses. No negaré que lo que más me llamó la atención fue la piscina con vistas, en su terraza, que yo soy de las que le gusta más una piscina que una playa. Soy de esas.

Pero no subamos todavía a la terraza. Lo que hizo especial esa tarde de domingo fue el bar-restaurante del Yurbban, «El Panarra», en la planta baja. Queríamos tomar algo y le dejamos la elección al camarero, quien nos recomendó sus gintonic. Venga, no insistas, pon dos. (Camarero simpático, si me lees en algún momento, que sepas que no nos podrías haber recomendado mejor). El restaurante ofrece bocadillos originales y buenísimos, como ellos llaman “Señores Bocadillos”.

Vistas desde la terrazaDespués de pasar un buen rato relajados en el bar – no os perdáis la decoración porque es espectacular – decidimos, ya por fin, subir a la terraza para ver si era verdad lo que contaban las fotos que habíamos visto. Y no decepciona, una terraza con las medidas justas para poder disfrutar de unas vistas impagables desde el centro de Barcelona. Tiene la suerte de ser uno de los edificios más elevados de la zona, así que disfrutamos de las vistas encantadoras a los tejados de la ciudad, con vista directa a la Catedral de Barcelona, a las Torres Mapfre, al Tibidabo… Un viaje de 360º. No pude evitar hacerme una foto en la tan anunciada piscina, con la ciudad de fondo. – Que sepas que cuando tu vayas te vas a hacer la misma foto. Será un clásico. – Su terraza ya está abierta por la noche y podrás disfrutar de cócteles, preparados en su barra recién estrenada. Y un pajarillo me dice que también ofrecerán una carta corta de comida. Atención, las colas están aseguradas.

Y un último dato más que interesante: Yurbban participará en la quinta edición de La Setmana de les Terrasses, del 30 de mayo al 8 de junio de este año. Muy atentos en las próximas semanas porque van a dar más detalles.

El personal amable, unas instalaciones agradables, un bar-restaurante acogedor, ese recuerdo de una tarde de domingo y esa terraza… ¡Yo vuelvo seguro!

Yurbban Trafalgar, Trafalgar nº 30, Barcelona, 932 68 07 27


Comer en Van Van Market

cartelesUn sábado, las 12 del mediodía y un sol que promete que el verano se acerca con ganas. Nos proponemos visitar el Van Van Market, el mercado gastronómada de moda. Ojo, vamos con hambre. El día no puede ser más prometedor.

Van Van Market ha visitado Sabadell, después de haber estado en otros cuatro lugares en Barcelona, con muchísimo éxito. Hoy, el Passeig Manresa recibe un comboi de food trucks para aquellos ansiosos del comer. ¡Vamos!

Croquetas, hamburguesas, comida mexicana, tapas creativas, crêpes, pescado cocinado, sabores orientales… Vamos a ponernos serios, ¿por dónde empezamos?

Mejor caravana

Pues por una merluza frita con alcachofas, tomate confitado con chile verde y espuma de all-i-oli. ¡Nada mal! Los dueños de L’Agosarada, Jordi y Carla nos invitan a probar esta tapa de dioses. Y son muy listos, nos convencen tanto que nos animamos a probar sus calçots rebozados con salsa brava, los sepiones y rape a la plancha con espinacas y el salmón con mascarpone y aceite de menta picante. Y porque no había más para probar, que sino todavía seguimos. En serio, muy bueno. Un placer chicos, nos veremos pronto en Contrast (su restaurante en Sabadell).

Como foodies iniciados que somos, recorrimos el resto de caravanas y probamos también una hamburguesa bacoa y unos nachos de la caravana mejicana.

El Van Van Market dispone de mesas y bancos en su zona central para que se puedan comer los platos tranquilamente. Pero eso es un decir, hay tanta gente que cuesta mucho encontrar un rinconcito para sentarse. Por suerte, pudimos encontrar uno, pero si queréis ir, mentalizaros de que comer de pie no está tan mal.

En su web van informando de las próximas ediciones. Y nosotros estaremos atentos para seguirles la pista. Nos ha gustado y volveremos.


El inmenso Nacional

Vista generalVarios amigos me habían dicho que fuera ya de una vez a El Nacional. Que era muy chulo, que se comía genial, que no es que fuera demasiado barato… La verdad es que hacía un tiempo había visto su aparición a través de varios influencers en Redes Sociales y empezaba a picarme demasiado la curiosidad.

La oportunidad ideal vino con unos amigos, con quienes disfrutamos primero de una cena super healthy en Flax & Kale. Al terminar decidimos alargar la noche y nos propusieron ir a visitar el local de moda a tomar algo. A eso se le llama Buen Plan.

El Nacional es el local que necesitaba Barcelona. Suena exagerado, pero es un espacio donde pueden ir tanto jóvenes, como nuestros padres, como algún abuelo animado. Puedes comer, cenar, tomar una copa a media tarde o de noche. Le faltan los desayunos, pero estoy segura de que todo llegará.

Lo primero que impresiona es la entrada, situada en un pasaje privado en pleno Paseo de Gracia. Es interesante saber que un tiempo atrás El Nacional era una antigua sala de exposiciones modernista construida a finales del siglo XIX y que después de la guerra civil empezó a utilizarse como parking. En la actualidad y desde el mes de septiembre, 2.600 metros cuadrados te dan la bienvenida a este espacio espectacular.

En serio, es enorme. Un techo altísimo, claraboyas de la época de la industrialización, lámparas y más lámparas. Creo que su estilo vintage de los 50 es lo que lo hace más especial.

El Nacional dispone de 4 espacios gastronómicos y 4 barras especializadas. Traducido seria un espacio para picar algo, un sitio de tapas, un espacio de pescado fresco y una brasería de carne de la buena. Las barras que encontramos son de cerveza y conservas, de vinos y embutidos, y de cócteles y de ostras. Esta última es para los que vayan más sobrados. Y dan envidia.

bebida

Nosotros decidimos tomar algo en la barra de cócteles ya que veníamos de cenar, pero eso fue la excusa perfecta para volver un día y probar la comida. Me llama La Tapería, que yo soy muy de tapas.

Me tomé un cóctel Nacional, para hacer honor al local. Era como un rebujito sevillano, pero más bueno porque llevaba un toque de ron perfecto. El resto tomaron ron –a secas- , whisky –a secas- y mojito de fresa. Dijeron que estaban buenísimos y yo me lo creo. El precio ronda los 10-15€ por cóctel. No es un local barato, pero la calidad de lo que hay ahí dentro vale la pena pagar de vez en cuando.

Hay que ir. Ahora soy yo la que le dice a mis amigos que no se lo pueden perder. Y que es muy chulo, que es genial… ;)

El Nacional, Passeig de Gràcia nº24, Barcelona, 935 18 50 53


Experiencia Flax & Kale

Plato de Flax and KaleA estas alturas, hablar de Flax & Kale es casi un clásico. Lo que hace años veíamos como algo raro e inusual, se ha convertido en la tendencia más seguida, y hipster del momento: raw food, platos veganos, sin gluten. O el concepto que cada vez se oye más, el flexitariano, una dieta vegetariana en aproximadamente un 80% en la que se puede comer animales y sus derivados de forma ocasional. Comer mejor, para que nos entendamos.

La experiencia de Flax & Kale es tan satisfactoria que saldrás con la sensación de haber recorrido 10 maratones. Y es que has comido sano, y muy bien.

El restaurante pertenece a los mismos dueños del Teresa Carles, un vegetariano de referencia en Barcelona. El hijo de Teresa Carles, Jordi Barri, mente inquieta e interesante, construye este concepto diferente al alcance de todos.

Sólo con su espacio ya te enamoras: dos comedores en la planta principal, con luz natural de día y un ambiente tenue perfecto de noche. Tú eliges si quieres compartir la velada con amigos o quizás con alguien más especial, aquí vale todo.

He visitado Flax & Kale en 3 ocasiones, tanto para cenar como para comer. Pero también sirven sanísimos desayunos, meriendas que no dejan remordimientos de conciencia y brunch los fines de semana. Sueño con su brunch. Pronto.

De todos los platos que he probado, siempre repito con uno de sus entrantes estrella: Sandía a la Parrilla con Queso de Cabra. La combinación parece rara, pero esmespectacular. Sus Supertagliatelle con Espirulina y dados de Salmón es otra opción de las que triunfa entre sus fans. O su ya conocida Hamburguesa de Atún con Wasabi con un pan integral de color negro que llama muchísimo la atención. De los postres quiero destacar el pastel de Dos Texturas de Chocolate o The Vegan Vampire Dessert, con pera y crema de naranja. Hay que probarlos. Por favor. La carta de platos innovadores con ingredientes naturales es muy amplia. Hay que probar la experiencia para darte cuenta de lo bien que sienta realmente cuando comes sano.

He dejado lo mejor para el final. Sus zumos. Los zumos de Flax & Kale merecen un capítulo aparte. Bajo la marca Teresa’s Juicery, ofrecen 15 sabores distintos que siguen la técnica del “Cold-Pressed Juicing”, con la que se extrae la pulpa y eliminan cualquier tipo de tratamiento agresivo durante el proceso, sin pasteurizar. Hay que dejarse impresionar por su nevera situada en la entrada, con todas las variedades expuestas como si fueran una obra de arte. Y si tenéis la suerte de poder visitar su obrador, detrás de la nevera, la satisfacción es completa.

Flax and Kale, c/ Tallers nº 74B (Plaça Castella), Barcelona, 93 317 56 64