Timesburg, para volver y repetir

Como aficionada y adicta a las Redes Sociales que soy, tengo la deliciosa manía de quedarme embobada cuando veo esas fotos de comida que tanto apetecen. Pero hablo de las que apetecen de verdad, de las que entran por la vista y además, me ofrecen algo más. Como las hamburguesas del Timesburg.

Hacía tiempo que veía fotos publicadas de sus burgers, enormes y apetitosas que mostraban un sello de identidad muy bien encontrado, y nunca mejor dicho. Los panes de las hamburguesas de Timesburg llevan el nombre del local sellado. Es un puntazo, pero lo mejor viene después.

IMG_4992Yo visité el local de la calle Pujades 168, pero tienen otro con el que empezaron en 2012 situado en la calle París 95. Es súper curioso cómo utilizan las pasarelas de los andamios para decorar las paredes de los locales. Pero no es casualidad. Uno de los dueños del local, Sergi Ibáñez, es arquitecto técnico y ha sabido darle a Timesburg ese toque que está tan de moda en Barcelona; la reutilización de materiales industriales que, combinados con gracia con otros elementos totalmente antagónicos, consiguen convertir cualquier local en un sitio especial. Los compañeros de viaje de Sergi son Maiol Rodríguez, diseñador y director de otro restaurante de la ciudad y Ángel Rodríguez, ingeniero. Felicidades señores, ¡Qué local y qué hamburguesas!

Yo pedí una clásica Chesseburguer, que de clásica no tiene mucho, ya que hacía mucho tiempo que no comía una hamburguesa tan bien hecha. Una carne en su punto, una lechuga que cruje, el tomate fresco y la ración perfecta de queso. Mi chico fue un poco más atrevido y se pidió La Foie, con rúcula, foie micuit, confitura de arándanos y pipas de girasol. Todavía lloramos.

Quiero hacer mención especial a sus patatas fritas. Ya era hora de encontrar unas patatas fritas así, finas, con piel y con todo el sabor de una patata natural. Lo más sencillo es lo más bueno y aquí lo saben bien.

IMG_5003La mecánica del pedido en Timesburg es muy curiosa ya que, al entrar, una chica simpatiquísma – un 10 para todo el equipazo – te da una hoja de papel donde marcas cuál es la hamburguesa que quieres comer, los extras, el tipo de pan y si se te antoja alguna otra cosa. A continuación pasas por la caja, donde pides la bebida y pagas todo. Después tu eliges si necesitas vaso y cubiertos, así que los coges tu mismo de una estantería. Bravo. No sólo ahorras tiempo innecesario para que te tomen nota, también lo ahorras para cuando terminas. No tener que esperar a que te traigan la cuenta es un acierto.

 El hecho de que tengan dos locales y de que yo sólo haya visitado uno me pone la excusa perfecta en bandeja para volver pronto y descubrir otra de sus variedades. ¡Qué problema! :)

Timesburg Poblenou, c/Pujades nº168, Barcelona, 93 6677454

Timesburg Eixample, c/París nº95, Barcelona, 93 3285188